EGIPCIOS (3.500 a.C)

Para comprender a sus gentes y a la arquitectura egipcia es preciso entender el río Nilo. Egipto desarrolla una civilización que sobrevive casi 3.000 años. La vida era apacible y de gran calidad (había varias cosechas al año), repetitiva, siguiendo los ciclos del agua y del sol. El río (eje nord-sur) y el sol (eje este-oeste) son los ejes más importantes para los egipcios. La organización de templos, ciudades y campos sigue estos dos ejes perpendiculares, formando una retícula ortogonal.

  • Aportaciones arquitectónicas

Los egipcios hicieron aportes fundamentales a la arquitectura, muchos de los cuales influyeron en civilizaciones posteriores. entre los más destacados encontramos los siguientes:

En primer lugar, la construcción monumental, pues desarrollaron estructuras de gran escala, como las pirámides (por ejemplo, la Gran Pirámide de Giza), que demostraron su capacidad para planificar y construir edificaciones masivas, además de que usaron bloques de piedra de gran tamaño, mostrando una avanzada técnica de transporte y ensamblaje.

En segundo lugar, también introdujeron columnas decorativas y estructurales en templos y palacios, como las del Templo de Karnak, que más tarde inspiraron la arquitectura griega y romana.

En tercer lugar, destacaron por el empleo de materiales duraderos, ya que, utilizaron piedra (granito, caliza, arenisca) en sus construcciones más importantes, lo que permitió que muchas de sus edificaciones perduren miles de años.

Por otro lado, se debe tener en cuenta cómo aplicaron, tanto la simetría, como la geometría, aplicando principios de proporción, simetría y alineación astronómica en sus edificios, como las pirámides alineadas con las estrellas y los templos orientados según el sol.

También cabe destacar la incorporación de elementos decorativos, siendo estos jeroglíficos, relieves y esculturas en las paredes para narrar historias, rendir homenaje a los dioses y glorificar a los faraones.

Finalmente, mencionar su desarrollo de técnicas funerarias, pues diseñaron tumbas y complejos funerarios avanzados, como las mastabas y las pirámides, evolucionando hacia templos mortuorios como el de Hatshepsut.

  • CURIOSIDAD: Explicación de cómo los egipcios conseguían alinear las pirámides con las estrellas.

Los egipcios alineaban las pirámides con las estrellas usando observaciones astronómicas precisas. Se cree que utilizaban la posición de las estrellas del cinturón de Orión (asociadas con el dios Osiris) como referencia.

Durante la construcción, marcaban la dirección norte con base en la posición de la estrella polar de aquella época, Thuban (en la constelación del Dragón). Usaban herramientas simples, como el merkhet (similar a un reloj solar) y una plomada, para trazar líneas rectas y asegurarse de que las pirámides estuvieran perfectamente orientadas hacia los puntos cardinales. Esta alineación tenía un significado religioso y simbólico, relacionado con la eternidad y la vida después de la muerte.

GRIEGOS (1.200 – 146 a.C)

Los antiguos griegos aprendieron de la arquitectura y escultura egipcia, evolucionándola y creando un arte y arquitectura propios. Su sistema de valores estaba basado en la exaltación de las capacidades humanas que ha servido de fundamento a la cultura occidental. La arquitectura griega expresa la búsqueda de equilibrio, por ejemplo, entre elementos verticales(columnas) y horizontales de carga. Cada elemento (salir, columna, escultura,…) era cuidadosamente trabajado, con el mejor de los materiales posibles, no para exhibir riqueza sino como el mejor método de satisfacer a los dioses y honrar a la polis. El objetivo era conseguir la excelencia de la forma, del detalle y de la ejecución, con el fin de que el hombre alcanzara la máxima potencialidad. Los griegos buscaban asegurar la inmortalidad en la memoria humana a través de la excelencia intelectual y artística.

  • Aportaciones arquitectónicas

En primer lugar, uno de los logros más notables de la arquitectura griega fue el desarrollo de los tres órdenes arquitectónicos clásicos: el dórico, el jónico y el corintio.

El orden dórico, el más antiguo, se caracteriza por su simplicidad y robustez. Las columnas dóricas no tienen base y sus fustes están decorados con estrías verticales, mientras que los capiteles son simples y geométricos. Este orden se asocia con la fuerza y la masculinidad, un ejemplo de ello es el Partenón en Atenas.

El orden jónico introduce un diseño más elegante y estilizado, con columnas más delgadas que descansan sobre bases y capiteles decorados con volutas en forma de espiral. Este estilo se vincula a la gracia y feminidad, y se aprecia en edificios como el Templo de Atenea Niké.

El orden corintio, el más ornamentado, se distingue por sus capiteles decorados con hojas de acanto. Éste alcanzó gran popularidad más tarde, en la arquitectura romana. Un ejemplo es el Templo de Zeus Olímpico.

En segundo lugar, los templos como centros de culto y arte. Los templos griegos fueron las estructuras más emblemáticas de esta civilización, concebidos como morada de los dioses y centro de veneración. Diseñados con una simetría y proporción impecables, se caracterizan por su estructura rectangular, rodeada de columnas, y su orientación cuidadosamente planificada.

Los griegos también destacaron en la construcción de teatros al aire libre, diseñados para albergar eventos culturales y religiosos. Estos espacios aprovechaban las laderas naturales para crear una acústica excepcional y garantizar una vista despejada para todos los asistentes.

La arquitectura griega también contribuyó al desarrollo del urbanismo, sobre todo, un urbanismo racional. Hipodamo de Mileto, considerado el padre de la planificación urbana, introdujo el «trazado hipodámico», un diseño en cuadrícula que facilitaba la organización de las ciudades. Este modelo influyó en la disposición de ágoras, calles y áreas residenciales, sentando las bases del urbanismo moderno.

Así mismo, los griegos entendieron la importancia de los espacios públicos para la vida comunitaria. Construyeron ágoras, plazas abiertas que servían como centros políticos, comerciales y sociales. También desarrollaron estructuras como los stoas, galerías cubiertas utilizadas para reuniones y comercio, y los estadios, donde se celebraban competiciones atléticas como los Juegos Olímpicos.

Por otro lado, la arquitectura griega se caracterizó por el uso de materiales como piedra caliza, mármol y madera, combinados con avanzadas técnicas de cantería y ensamblaje. Los griegos emplearon proporciones matemáticas, como la proporción áurea, para lograr un equilibrio perfecto en sus edificaciones, permitiendo con ello la construcción de estructuras duraderas y armoniosas.

Y, finalmente, los griegos introdujeron refinamientos estructurales, como el uso de columnas independientes y frontones decorativos que sostenían tejados inclinados. Además, incorporaron esculturas y relieves en frisos y frontones, narrando mitos y glorificando a los dioses. Las metopas y frisos del Partenón, por ejemplo, representan escenas mitológicas que combinan arte y arquitectura en perfecta simbiosis.

ROMANOS (1.100 a.C)

La arquitectura romana, surgida hacia el 1100 a.C. con el asentamiento de los latinos en la península itálica, se expandió por el Mediterráneo y Europa, reflejando la romanitas y el poder imperial. Su enfoque combinaba espacios interiores cerrados monumentales y espacios exteriores grandiosos, adaptándose a los territorios conquistados.

El uso del hormigón permitió innovaciones como arcos, bóvedas y cúpulas, ampliando los espacios y creando efectos de luz y sombra en edificios públicos. Además, destacaron en ingeniería civil con caminos, puentes, acueductos y fortificaciones, como el Acueducto de Segovia, priorizando la funcionalidad, estabilidad y magnificencia. A diferencia de los griegos, su arquitectura también actuaba como propaganda, consolidando un legado que influye hasta hoy.

  • Aportaciones arquitectónicas

En primer lugar, la arquitectura romana sobresalió en la construcción de obras civiles que combinaban funcionalidad y grandeza. Las redes de alcantarillado, como la Cloaca Máxima, mejoraron la salubridad urbana al canalizar aguas residuales. Los acueductos, como el de Segovia, abastecían de agua a las ciudades, destacando por su durabilidad y diseño ornamental.

Las carreteras conectaron el imperio, facilitando comercio y movilidad, mientras que los puentes, como el de Alcántara, y las murallas protegían y unificaban el territorio con diseños resistentes e imponentes.

Los arcos de triunfo, como el Arco de Constantino, combinaban elementos decorativos y narrativos para conmemorar victorias, actuando como símbolos de propaganda y reflejo del poder romano.

Por otro lado, la arquitectura pública romana destacó por su funcionalidad y magnificencia, siendo clave en la vida social y cultural del imperio. Las termas eran complejos multifuncionales que incluían baños, bibliotecas, escuelas y áreas de reunión, convirtiéndose en centros de interacción social.

Los teatros romanos, inspirados en los griegos, innovaron al construirse sobre bóvedas de hormigón en lugar de laderas naturales. Con gradas semicirculares y escenarios cerrados, se usaban para obras teatrales sin fines religiosos.

El circo romano, como el Circo Máximo, albergaba carreras y espectáculos masivos, con capacidades que superaban los 385,000 espectadores, reflejando su monumentalidad.

Las basílicas, ubicadas junto a los foros, servían como tribunales y espacios administrativos, dejando un legado en la arquitectura cristiana.

Por último, los anfiteatros, como el Coliseo, con su planta elíptica y graderíos continuos, albergaban espectáculos masivos como luchas de gladiadores y naumaquias, demostrando la destreza romana en ingeniería y logística.

Así mismo, cabe destacar las ciudades romanas, pues los romanos estructuraron la ciudad con un planeamiento ortogonal, derivado de los campamento (castrum) que fueron base de la planificación. Las primeras ciudades romanas y las surgidas a partir de las colonias griegas tenían tramas de calles en forma de rectángulos más o menos irregulares, pero después se fueron realizando manzana más regulares.

En el corazón de la ciudad estaba el forum. Un espacio cívico al aire libre delimitado por edificios porticados tipo estoas y edificios públicos, con funciones muy similares al Ágora griega, pero más regular, normalmente rectangular. la basílica era uno de los edificios principales del foro.

Desde el foro se trazaban las 2 calles principales ortogonales:

  • CARDO (Norte-sur)
  • DECUMANUS (Este-oeste).

Este trazado perdura en muchas ciudades en la actualidad.

Además, contaban con su sistema de murallas y puertas fortificadas.

Para finalizar, la arquitectura religiosa romana destacó por integrar influencias griegas y adaptarlas a un estilo propio. Además de los órdenes clásicos (dórico, jónico y corintio), los romanos introdujeron el toscano, más sencillo, y el compuesto, que combinaba elementos del jónico y el corintio. Este enfoque reflejaba la influencia etrusca, caracterizada por naturalismo y vitalidad.

Innovaron en el diseño de templos, incorporando plantas circulares y cruciformes, y construyéndolos sobre altos podios con escalinatas frontales. Muchos eran pseudoperípteros, con columnas laterales adosadas al muro de la cella, optimizando funcionalidad. Adoptaron técnicas etruscas como el arco y la bóveda, desarrollando también cúpulas que cubrían grandes espacios con majestuosidad.

El Panteón de Roma (118-128 d.C.) ejemplifica estos avances. Con una planta circular y una cúpula hemisférica coronada por un óculo, este templo dedicado a todos los dioses simboliza la unión entre cielo y tierra y es una obra maestra de innovación técnica y espiritualidad.